Fue el 2 de Mayo de 1995 cuando Magdalena Sánchez Muñoz ingresó por la puerta de metal que daba al acceso de la planta baja de Servicios Periciales en Tijuana.
A su llegada se podía observar su rostro que reflejaba una pequeña sonrisa pero al mismo tiempo un gesto de incertidumbre, una mirada temerosa por lo que ella observaba en el interior de esas oficinas llenas de archiveros y evidencias.
Seguramente la primera impresión para ella fue, observar la gran cantidad de indicios que se analizaban en el departamento de Identificación conocido como Área 3 y que, una vez concluido su procesamiento de cada indicio a petición del Ministerio Público , eran embalados en bolsas de papel estraza y colocados arriba de los archiveros metálicos de aquella oficina en la que se convertiría en su segunda casa.
María Magdalena Sánchez Muñoz había estudiado un semestre en la facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Baja California, al concluir dicho semestre, optó por estudiar en la facultad de odontología del mismo campus.

Magdalena Sánchez como le agradaba que la nombraran en una actitud muy genuina y una sonrisa muy particular, estuvo en el lugar y momento adecuado para recibir la invitación e incorporarse a las filas de los servicios periciales.
Magdalena trabajó por muchos años como asistente dental del Dr. Bogarin, un profesionista reconocido en la región con amplia cartera de clientes y con quien desempeñó sus conocimientos y prácticas en la odontología por más de diez años.
Fue Bogarin quien recibió la invitación para trabajar en los servicios periciales entre 1994 y 1995 cuando se fortalecía la profesionalización y se dotaba de herramientas básicas para desempeñar las funciones de las áreas de criminalística, medicina, química e identificación humana en la Dirección de Servicios Periciales.
En esta etapa de transformación surgió la necesidad de incorporar nuevos perfiles al trabajo forense como fueron los odontólogos. Bogarin rechazó la invitación y es en ese momento, cuando el responsable del consultorio dental le pregunta a su asistente si le interesaba la oferta y ella la acepta.
Valiente y emprendedora, Magdalena Sánchez aceptó el reto de incursionar en la odontología forense, una disciplina en la que pocas mujeres habían incursionado en México en la década de los noventas. Magdalena Sánchez fue una de ellas.
También incursionó en la Criminalística de Campo. Nadie podía aspirar a trabajar un área especializada si no conocía de criminalística. Magdalena Sánchez le tocó recibir instrucciones de Omar Orta Rodríguez quien había sido Jefe de Criminalística e Identificación de la Policía, Irán Muñoz Lara quien era Director General de Servicios Periciales y Jesús Alfredo Pérez Director de la Zona. Fueron los primeros jefes con lo que laboró y tuvo que formarse con un carácter rígido, disponibilidad, disciplina, vocación de servicio, ética y profesionalismo en su quehacer diario.

La práctica y estudio obligó a que la Dra. Magdalena Sánchez Muñoz fuera reconocida como una de las primeras especialistas en odontología forense en Baja California gracias al impulso que le dió el químico Miguel Pallares. Un trabajo científico que requería en el día con día, una exigencia permanente, desde comparativas de mordida en cuerpos vivos o muertos mediante técnicas quizás un poco rudimentarias pero objetivas y científicamente válidas , hasta odontogramas en cadáveres, necroreseñas y fichas de identificación de delincuentes.

Su dedicación, responsabilidad y esfuerzo motivaron a que la dinámica familiar cambiara en casa ante un trabajo tan demandante en donde se sabía el horario de entrada mas no el de salida.
Magdalena incursionó como una de las primeras mujeres en la criminalística de campo en Tijuana. Dejó atrás aquel trabajo de asistente dental y cambió su bata blanca por un chaleco de color azul o negro así como zapato táctico y uniforme operativo para salir a procesar las escenas de crímenes de la década de los noventas.
Cierto día Magdalena llegó a la oficina con Marlen, su pequeña hija que seguramente debió estar en preescolar y por quien siempre estaba al pendiente así estuviera ella en una intervención de campo en el rincón más remoto y peligroso de la ciudad o tuviera que desvelarse en el análisis de evidencias y remisión del dictamen con término. Jamás dejó de comunicarse a casa y preguntar por ella.
Magdalena Sánchez Muñoz se caracterizó por darle un sentido de vida y alegría a las cosas más difíciles y complejas que se analizaban e investigaban en esa oficina.
No existe una sola anécdota donde se le recuerde triste. Son innumerables las que pudieran describirse en donde ella siempre sonreía. Quizás llego estar preocupada en ocasiones por que su trabajo tenía que ser excelente y de alta calidad científica como se lo enseñaron sus maestros.
Magdalena siempre sonreía, bromeaba a pesar de que la situación fuera difícil o complicada. Su actitud fue abierta al diálogo , a la conciliación, al aprendizaje pero también a la enseñanza de los demás. Nunca egoísta; mucho menos de sentimientos negativos.
Al pasar de los años Magdalena Sánchez Muñoz buscó siempre su crecimiento profesional para que sus compañeros y su familia se sintieran orgullosa de ella.
Incursionó en la cátedra a partir del 2009 y se convirtió en profesora de licenciaturas en criminología y criminalística en Tijuana. Laboró en turnos matutinos, vespertinos y nocturnos sin reclamo alguno, siempre con vocación a su trabajo por más de dos décadas.
Madre de familia, esposa, profesionista, servidora pública, Magdalena Sánchez Muñoz recientemente fue certificada como especialista en Odontología Forense y Dactiloscopia por la Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California.
Magdalena Sánchez también fue certificada por especialistas del Programa Internacional de Asistencia a la Formación en Investigaciones Criminales (ICITAP) dependiente del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Continúo su preparación profesional hasta que recientemente concluyó sus estudios de Maestría en Ciencias Forenses a través de la Academia de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California y la Universidad Estatal de San Diego (SDSU)
María Magdalena Sánchez Muñoz contaba con 24 años de servicio y este 24 de Agosto cumpliría 55 años.
María Magdalena Sánchez Muñoz dejó tanto amor y cariño en los corazones de sus compañeros y compañeras de trabajo, amigas, amigos, alumnos y maestros que jamás se le olvidará .
Descanse en paz Magdis..
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...