Lo más preocupante de dicho análisis es que de los 129 casos registrados ese año, 78%poseen dichas características, y el resto son atribuidos a crímenes de alto impacto.
Algunos investigadores señalan que se ha venido generando una pérdida paulatina de valores en muchas familias; que el papá drogadicto mató a la hija, que un vecino mató al otro por una riña espontánea, etcétera.
A opinión expresa por Jesús Alfredo Perez, catedrático universitario el modus operandi o modo de operar de un asesino, tiene sus características de estudio científico. Menciono que en cada uno de ellos existe un contexto de origen, como puede ser la marginación social, desatención familiar, entorno de convivencia, fines ilícitos, etcétera; cada uno de estos sustentados en un análisis previo. Sin embargo la mayor parte de los homicidios son ocasionados como una respuesta del impulso ligado al stress y originado directamente a la problemática social existente en el momento, como pueden ser los múltiples conflictos que existen en Tijuana, apuntó.
En el 2002, el 75% de las actas de investigación por asesinatos corresponde a ese tipo de delitos; 71% en el 2003; 72% en el 2004, y el aumento se ha ido generando en el resto de los años.