Beatriz Aguilar Alejandrez

Esta es una ilusión óptica muy conocida y que muchos de nosotros la hemos visto como una prueba visual en las redes sociales, este fenómeno muestra la imagen del rostro de una persona de cabeza con algunas modificaciones, esta mantiene en posición normal los ojos y boca, en este caso nuestro cerebro no detecta esos errores, siendo percibida como normal, este efecto fue creado por el Psicólogo Peter Thompson en 1980 y le llamo de esa forma porque la primer prueba que realizó fue con la imagen de la entonces primer ministra Británica Margaret Thatcher.

¿Porque nuestro cerebro no detecta ese tipo dealteración?, según estudios realizados describen que cuando nosotros observamos un rostro llevamos a cabo 2 procesos distintos de análisis de forma natural, el primero procesa los rasgos individuales, como ojos, boca y nariz, el segundo lo lleva a cabo de forma global, la relación entre esos rasgos y los demás, para identificar y relacionar con un rostro conocido almacenado en nuestro cerebro, un punto importante es que las personas con el problema de prosopagnosia, que son los que no reconocen rostros, estos sí identifican estas diferencias.

En este proceso juega un papel importante los mecanismos que nuestro cerebro utiliza para identificar rostros y estos se van adquiriendo de forma evolutiva, el rostro alterado de cabeza puede pasar desapercibido pero un rostro normal con las mismas alteraciones puede causarnos mucho ruido, ahora bien este fenómeno no es exclusivo de los seres humanos, ya que se han realizado estudios en chimpancés y los resultados son los mismos, ya que ellos han percibido normal un rostro de su misma especie de cabeza con estas alteraciones y no lo detectan.

Esta ilusión óptica se ha relacionado con otra que puede llegar a ser peligrosa y que se ha relacionado con algunos desastres aéreos ya que algunos pilotos la han sufrido, la cual es identificada como una desorientación espacial, esta se da cuando el piloto pierde referencias visuales y se puede confundir con la verdadera posición del avión, pensando que va en línea recta y en realidad va debajada, según refiere la psicóloga Israelita Tali Sharon, que esta desorientación fue lo que le pasó a John F. Kennedy Jr. Cuando estrelló su avión la noche de julio de 1999, en el Atlántico.

Al descubrirse el efecto Thatcher, investigadores han realizado una serie de estudios para identificar qué otras alteraciones de percepción se pueden lograr con otros elementos, como figuras estáticas o que incluyan movimientos, el cerebro humano es sorprendente y la percepción del entorno se puede volver fascinante, por este hecho investigadores buscan poner al límite diversos estudios que están seguros nos sorprenderá.