
Pasaron muchas décadas para que lograra constituirse la Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California.
Muchas fueron las ocasiones en las que se abrió la posibilidad de crear un foro de análisis y discusión sobre temas forenses y sus avances en nuestro país.
Fueron los decanos Gustavo Salazar Fernández, Alfredo Perez Osorio, Miguel Cuauhtémoc Pallares Diaz y Omar Orta Rodríguez quienes en los años noventas veían la urgente necesidad de crear colegios u organizaciones que permitieran promover las ciencias forenses en todos los sectores de la sociedad y con ello garantizar mayor certeza en el ejercicio profesional de quienes las practicaban.
Jesús Alfredo Perez quien ingresó a los servicios periciales en 1987 y cuya trayectoria comprendió los diversos cargos comenzando como fotógrafo forense, perito en Criminalistica, coordinador de los sistemas de identificación humana y de las áreas de actividades Criminalisticas en la zona costa en Baja California, hasta ocupar el cargo como director de área en 1994 coincidió con la visión de crear un organismo que albergará a detectives, investigadores, peritos y policías cuyas actividades estaban relacionadas con la investigación criminal y forense.
Fue precisamente cuando se hizo acompañar de sus maestros para dar forma al proyecto, al cual se le fueron sumando nuevas generaciones de especialistas en química forense, grafoscopia, medicina, derecho, dactiloscopia y Odontología forense.

Fue hasta el año 2008 cuando se logra no solamente reunirlos y darle forma a lo que hoy conocemos como la Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California, sino que el reto más significativo era hacerlos coincidir en un objetivo común, la ciencia al acceso de todos y la promoción de las ciencias forenses en el sector académico, función pública entre otros