Publicado en AFN NOTICIAS
TIJUANA BC 9 DE SEPTIEMBRE DE 2020 (AFN).- En México por cada día que transcurre, las conductas criminales se van diversificando y no son atendidas las causas de manera integral para poderlas prevenir en su totalidad, consideró Cristina Padilla, coordinadora académica de la Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California (SOCIFO).

La criminóloga señaló que la crueldad y alta peligrosidad con que se cometen los delitos en el día con día ha llevado al alza la incidencia delictiva con repuntes muy significativos, pero también con mayor violencia en sus actos, por ejemplo, el robo a mano armada.
“Lo observamos en la Ciudad de México, pero también se estuvieron presentando casos en el transporte público en Tijuana hace un par de meses”, refirió.
Explicó que este fenómeno se da en ciudades cuya dinámica varía con mucha frecuencia por la población flotante y otros factores que influyen en la comisión de hechos delictivos, acciones que han motivado que niños, jóvenes y adultos se sumen en actos delincuenciales.
“No se trata de la falta de oportunidades, el tema es más complejo y requiere la intervención integral de especialistas para prevenir las causas y atender sus efectos”, precisó.

Manifestó que resulta incomprensible que, ante un mayor castigo contemplado en la modificación de leyes en el país, las conductas criminales no disminuyan, afirmando que es precisamente el desconocimiento al abordaje integral lo que lleva a que día con día haya miles de víctimas de delitos en el país.
Sostuvo que la violencia ha sido encapsulada por los propios individuos durante su crecimiento y desarrollo debido a la violencia familiar, el maltrato infantil y otros factores que intervienen en la conducta del individuo que, ante cualquier oportunidad, despresuriza la válvula de la violencia contra otras personas dejando así un cúmulo de rencor, frustración y desesperanza.
La criminóloga refirió que también el aumento en el consumo de drogas lícitas e ilícitas, genera que cada día exista mayor violencia ante la falta de atención de un problema de salud que invade la esfera de la seguridad pública por su efecto.

Expuso que hay colonias que viven con la estigmatización de ser de alta incidencia delictiva, cuando debería de destacarse que en ella residen familias, mujeres y hombres trabajadores que son laboralmente activos.
En este sentido, dijo que urge dejar a un lado las etiquetas mediante algún programa que motive y desarrolle un sentido de pertenencia del barrio o colonia para generar productos de trabajo, arte, cultura, deporte, entre otros.
No basta fortalecer la cultura de la prevención, se requiere un trabajo a consciencia entre el gobierno y su comunidad, agregó.
Insistió en que las víctimas no son sólo números o estadísticas, se requiere sensibilidad y comprensión para entender que son seres humanos que han sido vulnerados, abusados por otros y requieren de ayuda.

Además, que el comportamiento antisocial incluye diversos tipos de conductas desviadas, por ello es necesario que sean atendidas de manera integral por especialistas, agregó.
Reiteró que el delito es el efecto de algo que no se atendió en tiempo y la causa requiere ser atendida por las instituciones con el objetivo de proteger, fortalecer a su comunidad y no solo del castigo, que, dicho sea de paso, la mayoría de las veces tampoco se alcanza.