Ya sean contraseñas, imágenes, datos personales o la propia identidad, nuestra información privada es nuestra, y no tiene por qué tener acceso a ella nadie que no queramos, pero aquí aparece un punto de inflexión, porque ¿cuánta de esta información estamos protegiendo y cuanta estamos descuidando detrás de falsas promesas de seguridad? Con esta duda […]
a través de Sistemas biométricos de… ¿seguridad? —