Urge otorgarle figura juridica al analista de informacion en las Fiscalias del pais.


Por Alfredo Perez.
En Baja California el rol del sector privado con los tres órdenes de gobierno juega un papel fundamental en las estrategias de seguridad pública. Dicho de otra manera, este sector cuyo peso político es tangible, ha obligado a impulsar esquemas de trabajo y
coordinación luego de que en los años 2008-2009 se generara una profunda crisis en materia de seguridad publica en Baja California.
Durante los últimos años, las instituciones encargadas de la seguridad pública han venido impulsando modelos de inteligencia e información para dar respuesta a las necesidades de la propia sociedad.
A partir del 2010 se consolidan bajo el marco normativo de algunas instituciones de gobierno la implementación de Unidades de Análisis de Información cuyo reto fundamental es generar una figura jurídica del analista a partir de la implementación del nuevo sistema de justicia penal.
La visión de crear un área multidisciplinaria con estructura organizacional que permita atender análisis estadísticos, información criminológica y análisis de casos entre otros, ha
sido un objetivo de las fiscalías estatales en todo el país.
Cada una de dicha Unidades generan productos de inteligencia macro y micro, análisis utilizando herramientas tecnológicas con sustento metodológico que conllevan al flujo e intercambio de información dentro de las averiguaciones previas o carpetas de investigación, en forma transversal y con la participación de los tres órdenes
de gobierno.
El análisis criminológico, análisis prospectivo, identificación de casos, mapas criminógenos y  georeferenciacion así como teorías del caso frente a dos sistemas de justicia en Baja California representa un reto muy significativo en esa etapa de transición donde implica un replanteamiento de los sistemas de información que conlleva a mejorar los mecanismos de recolección, análisis e interpretación.
La figura jurídica del analista frente al fiscal implica que cada entidad federativa debe construir los perfiles de quienes operan dicha función partiendo de un modelo a nivel nacional basado en competencias, aptitudes, actitudes y conocimiento.
Así pues resulta fundamental entender que la nueva figura del analista de información involucra la definición de una estructura ideal, un proceso de reclutamiento a partir de la construcción
de  perfiles adecuados, capacitación y especialización del personal así como el equipamiento y homologación de los
procesos de tratamiento y estratificación de información.

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